ELIJAH CLARENCE HILLSJUAN CANO D. C. HEATH & CO., PUBLISHERS BOSTON NEW YORK CHICAGO
Los Cambios De Pedro
Un labrador llamado Pedro vive en el campo con su esposa María. Un día María dice a Pedro:
—Mire Vd.1 a nuestro vecino. Va al pueblo a vender sus vacas. Siempre está haciendo cambios y gana mucho dinero. ¿Por qué no hace Vd. cambios como nuestro vecino?
—Pero—dice Pedro—si pierdo, Vd. va a pegarme.
—No, no—responde María—No es posible
ganar siempre. Nosotros tenemos una vaca. Vaya Vd. al pueblo y venda nuestra vaca.
Pedro se dirige al pueblo con la vaca. En el camino encuentra un hombre con una cabra.
—¿A dónde va Vd., Pedro?
—Voy al pueblo a vender esta vaca para comprar una cabra.
—No vaya Vd. más lejos. Yo tengo aquí una cabra.
Pedro cambia su vaca por la cabra y sigue su camino. Luego encuentra un hombre que lleva un ganso en la mano.
—¿A dónde va Vd., Pedro?
—Voy al pueblo a vender esta cabra para comprar un ganso.
—No vaya Vd. más lejos. Aquí tengo yo un ganso.
Pedro cambia la cabra por el ganso y sigue su camino. Luego encuentra un hombre que lleva un gallo.
—¿A dónde va Vd., Pedro?
—Voy al pueblo a vender este ganso para comprar un gallo.
—No vaya Vd. más lejos. Aquí tengo yo un buen gallo.
Pedro da el ganso al hombre y toma el gallo.
Después pasa por un bosque. Allí encuentra una mujer que está recogiendo leña seca.
—Buena mujer—le dice Pedro—¿gana Vd. mucho recogiendo leña?
—Bastante para vivir—responde ella.
—¿Quiere Vd. darme un pedazo de madera por este gallo?
—Con mucho gusto—dice la mujer.
Pedro le da el gallo, toma el pedazo de madera y se dirige al pueblo. Allí encuentra a su vecino.
—Pedro, ¿ha hecho Vd. buen negocio hoy?—le pregunta su vecino.
—No he hecho gran negocio hoy. He cambiado mi vaca por una cabra.
—Vd. es un gran (big) tonto. ¿Qué va a decir su mujer?
—María no va a decir nada. Pero eso no es todo. He cambiado la cabra por un ganso.
—¡Ah! ¿qué va a decir María?
—María no va a decir nada. Pero eso no es todo. He cambiado el ganso por un gallo, y he cambiado el gallo por un pedazo de madera.
—Mal negocio ha hecho Vd. Su mujer va a pegarle.2
—Ella no va a hacer nada.
—Yo apuesto cien pesos (duros). Si ella le pega,3 Vd. me paga cien pesos (duros); si ella no le pega, yo le pago a Vd.4 los cien pesos (duros).
Pedro acepta la apuesta y los dos vuelven a casa.
¿Qué ha hecho Vd. con la vaca?—dice María a Pedro.
—No he hecho gran negocio; he cambiado nuestra vaca por una cabra.
—Está bien. Una cabra come menos que una vaca y también da leche.
—Eso no es todo. He cambiado la cabra por un ganso.
—Muy bien. Podemos hacer un colchón con las plumas.
—Eso no es todo. He cambiado el ganso por un gallo.
—Muy bien hecho. Un gallo puede despertarnos todas las mañanas a las cuatro.
—Pero eso no es todo. He cambiado el gallo por un pedazo de madera.
—Muy bien hecho. Ahora podemos hacer lumbre si hace frío por (in) la mañana.
Entonces dice Pedro a su vecino:
—¿Ve Vd.? Mi mujer no me pega. Yo he ganado la apuesta. Déme Vd. los cien pesos (duros).
1 Aunque generalmente los esposos se hablan de tú en España y en la América española, en este cuento los editores usan Vd. para evitar confusiones.
2 En pegarle, le = a Vd.
3 En le pega, le = a Vd.
4 Nótese (Note) la expresión enfática yo le (= a Vd.) pago a Vd.